La salud emocional de los colaboradores

 En el ámbito laboral, la salud emocional de los colaboradores es un factor determinante tanto en el éxito empresarial, así como para el pleno desarrollo profesional de los trabajadores. Recientemente hemos vivido tiempos de angustia e incertidumbre derivados de la pandemia, situación que trajo consigo momento de estrés constante, consternación y ansiedad, mismos que afectaron de manera directa la productividad y la correcta operación de las empresas, situación que, a pesar de no ser perceptible de manera directa, debe ser atendida como cualquier otra problemática empresarial. 

La salud mental de las personas en el entorno laboral debe dejar de ser un tema tabú y comenzar a atenderse mucho antes de manifestar consecuencias que afecten tanto al personal como a la organización. Nadie está exento a situaciones personales que provoquen angustia y preocupación, a pesar de ello, debemos buscar la forma de minimizar su impacto tanto en los colaboradores como en el entorno corporativo, atendiendo las causas dentro de lo posible y previniendo situaciones que pudiesen comprometer la operación y los procesos.

Una salud emocional inestable y/o desatendida en los colaboradores puede desarrollar problemas de salud mental como el síndrome de burnout, propiciado por el constante estrés laboral, o depresión, un trastorno bastante delicado cuyas consecuencias pueden llegar a comprometer la integridad de nuestro equipo de trabajo. Y, a pesar de que muchas de las preocupaciones o situaciones que aquejan a nuestro personal son personales y ajenas al ambiente corporativo, existen muchos factores dentro de la organización que podrían también detonarlos e inclusive acrecentar, tales como la deshumanización por parte de los procesos o excesivas cargas laborales; la falta de un correcto liderazgo empresarial o tal vez el más común de todos, un mal ambiente laboral. 

En consecuencia, la mala salud emocional trae consigo afectaciones como el absentismo por parte del colaborador, la tendencia a cometer errores por falta de concentración o completo desinterés por sus labores, así como el bajo rendimiento derivado de un estado de ánimo desmotivado, preocupado, molesto o depresivo, siendo este último un factor que puede llegar incluso a comprometer productividad general de la organización. Cada colaborador debe ser igual de importante para el entorno empresarial, visto como persona y como profesional y no solamente como una herramienta más dentro de la organización, por lo cual, generar un entorno saludable y promover los buenos hábitos que mejoran la salud emocional debe ser una prioridad para el departamento de recursos humanos. Promover la buena alimentación, el dormir y descansar de manera correcta, así como el ejercicio constante, desarrolla un buen estado de salud y mantienen a la mente activa y relajada. Dentro del entorno corporativo, deberá ser prioridad el mejorar las relaciones interpersonales, así como propiciar un buen ambiente laboral, ambos derivados de un buen trabajo en equipo y un liderazgo profesional que haga sentir cómodos a los colaboradores y los motive a dar lo mejor de sí.

La salud emocional implica muchos aspectos, personales y de carácter laboral, que atendidos de forma correcta y a tiempo, evitarán afectaciones a la organización, y sobre todo, generarán colaboradores felices, concentrados y dispuestos a dar todo de sí en un ambiente sano y emocionalmente estable, donde el apoyo emocional y profesional por parte del personal esté siempre a disipación de todos.