El Home Office llegó para quedarse, y a casi dos años de su implementación “oficial” en gran parte del mundo corporativo, muchos de los que tienen la posibilidad de utilizarlo han buscando la forma de hacer de su sitio de trabajo en casa uno cómodo, práctico y eficiente. Si bien en un inicio se pensó que trabajar desde casa significaba laborar desde la comodidad del sofá, los meses demostraron que mantener un lugar de trabajo óptimo para llevar a cabo nuestras actividades laborales en casa es tan importante como dotar a una oficina del equipo y mobiliario adecuado.
Nuestro hogar, o al menos ese rincón destinado al trabajo remoto, se convirtió en una extensión de nuestra oficina corporativa, con todo lo que eso conlleva. Trabajar en casa es cómodo, pero no significa que tengamos que perder esa seriedad que nuestra actividad laboral requiere. Si bien existe más libertad al tratarse de nuestro hogar y como podemos acondicionar nuestro espacio de trabajo remoto, debemos tener en cuenta los aspectos básicos para un desarrollo pleno de nuestras tareas corporativas, y para ello, son necesarios algunos elementos que harán de los días de Home Office los más productivos y cómodos de tu semana.
Iluminación. Por una parte, tenemos la importancia de contar con un espacio iluminado, ya sea mediante la luz natural que entra por una ventana como la generada por iluminación eléctrica como lámparas o las luces led tan en tendencia de hoy en día. Un entorno de trabajo bien iluminado incrementa la concentración y mantiene nuestros sentidos activos, evitando el desgaste de trabajar frente a un equipo con poca luz y el cansancio de la vista que suele convertirse en una fatiga general.
Mobiliario ergonómico. Siguiendo esta línea, el mobiliario del que dispongamos será determinante para mantenernos cómodos y con toda la actitud, por lo cual, la selección de nuestro escritorio y silla de trabajo deberá estar pensada con mucha atención, pues al igual que en la oficina, las horas que pasamos haciendo uso de estos objetos podrían determinar nuestro estado de ánimo y productividad. Un escritorio amplio y una silla ergonómica te harán trabajar de mejor humor que simplemente sentarte en el sofá y esperar los dolores de espalda inminentes.
Organizador de tareas. Contar con un organizador te ayuda a mantener la misma gestión de tus actividades tanto en la oficina como en casa. Ya sea una pizarra, calendario, o agenda, tener siempre a la mano tus actividades en puerta, eventos y otros datos útiles nunca está de más, menos aún, si te encuentras lejos del entorno corporativo.
Equipo óptimo. Nada como un buen equipo para llevar a cabo tus actividades desde casa sin ningún tipo de problema. Contar con una computadora en excelentes condiciones te hará trabajar desde casa de forma tranquila y eficiente, por lo que es recomendable cerciorarse de contar con el equipo adecuado antes de comenzar a implementar el Home Office. Sea proporcionado por tu empresa o se trate de tu equipo personal, si lo que buscas es un buen desarrollo de tu día a día en casa asegúrate que tu computadora esté en óptimas condiciones.
Entorno tranquilo. Por último, garantizar un entorno tranquilo para tus labores es esencial. Asegúrate que tu espacio de trabajo no cuente con distractores, esté lejos del ruido, y, sobre todo, te generé paz y comodidad, misma que puedes lograr mediante la decoración de tu oficina en casa, pues nada motiva más que un lugar de trabajo predispuesto solamente para ti.
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